"Esas ganas de escribir un poema triste.
Ese sentimiento de morir que regresa cada noche.
Una luz de luna que vigila que no salte de la nube que me mantiene vivo.
Esa sensación de bienestar al estar consumido entre la obscuridad y sus tinieblas...
Música triste, luces caídas, la lluvia que me canta una canción de cuna.
Comencé a reírme, tome la taza de chocolate, y la bebi recordando las palabras.
Los juramentos mencionados.
Salte tres veces de esta nube.
Esta vez no volveré. Esta vez sobreviviré a la caída de las estrellas. Esta vez quiero cuidar de mi mismo, entre el bosque que me gustaba visitar, entre las luciérnagas que me invitan a bailar, oculto en la mas tierna obscuridad que he sentido.
Dentro de los cuentos que los arboles deciden guardarme.
Cobijado por los cantos de su viento.
Abrazado por las calidad hojas y pulseras de rosas.
Donde la luna ya no tenga que preocuparse por que salte de la nube, donde la luna cuide de ambos..."
-Agustin
0
comentarios
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)